Eficiencia Energética

Rehabilitar energéticamente implica reducir la demanda energética y aprovechar energías renovables autóctonas. España tienen una gran dependencia energética. Cada vez es mayor la falta de recursos energéticos fósiles disponibles, y su extracción es más costosa. El consumo de energía primaria de los edificios en Europa representa un 40% del total.

La rehabilitación energética de los edificios contribuye notablemente a la reducción de las emisiones de efecto invernadero. La rehabilitación energética permite que manteniendo el mismo confort, la energía necesaria para obtenerlo sea menor.

Comporta una mejora del confort térmico y acústico de los usuarios del edificio y aumenta la calidad de vida de sus ocupantes. Algunos problemas de salubridad, por la aparición de condensaciones, y posteriormente de hongos, en el interior de los espacios se solucionan con medidas de rehabilitación energética, como la incorporación de aislamiento térmico, hecho que contribuye a la mejora de la salud de los usuarios del edificio.

Ahorro económico en el gasto energético. El coste de algunas de las mejoras se puede recuperar gracias a estos ahorros. La renovación de los inmuebles representa acercarlos a las prestaciones de los edificios nuevos, y por lo tanto, implica una revalorización de los mismos en el mercado inmobiliario.

Por ejemplo, según un estudio llevado a cabo por SBI 2013:06 (Danish Research Institute), una vivienda rehabilitada que mejora de una calificación energética G hasta una A o B, ve aumentado su precio en unos 451 €/m2 por unidad de superficie. Las intervenciones en el parque de edificios existente suponen una generación de puestos de trabajo en el sector de la construcción.